Cuando la vela está a punto de
apagarse por falta de la cera, sabe que va a morir, pero también sabe que es su
propia vida en forma de fuego la que la mata.
El vínculo entre el fuego y la
cera es el mismo que tienes tú con tu vida. Si no te arriesgas en tu día a día
y decides arder muy poquito, no darás la suficiente luz ni el suficiente calor
a nadie, tendrás el mismo valor que una piedra y, a más inri, arderás lo
suficiente como para morir igualmente… ya que la cera de la vida no cesa de
derretirse. Es tu vida, tu cirio, tu llama y tu cera, haz lo que quieras con
todo ello, pero, nunca olvides que la cera se sigue deshaciendo.
Mi caso es algo especial… ya que
vivo sin la cuerda que mantiene la llama y… bueno, entre intentos vanos de
encender mi luz me consumo y agonizo, sin saber qué es arder, iluminar o
proporcionar calor.
Lo que más gracia me hace es que
nací con el holgado hilacho untado en cera en mi interior, pero me lo
arrancaron. Creo que fue otra vela, su avaricia y su luz, amén de sus habilidades
aromáticas que hipnotizan a cualquiera, me despojó de mi núcleo vital y se lo
quedó ella. Para alumbrar más supongo... o bien para dar más calor a otros como
yo y mal-utilizar su don para así hacerse con más cuerdas de luz.
Esto me hace reflexionar… Y es
que, creo que aún no se ha dado cuenta de que cuantos más filamentos posea, más
grande será su núcleo de luz, más arderá y, por lo tanto, antes se derretirá.
(Para cuando ella haya sucumbido a la oscuridad, yo aún seré un chiquillo, eso
me alegra o me da pena… Creo que ambas cosas).
Y aquí sigo, entre fogonazos ajenos, muriendo lentamente entre cera negra y hollín; quemaduras convertidas en cicatrices que me enseñan que, a pesar de no brillar ni dar calor propio, hay quien se empeña cada día en proporcionármelo. Es curioso que, a pesar de todo, ellos y ellas sigan confiando y teniendo fe en mí.
Gracias por ser el núcleo invisible de mi vida. Pese a estar vacío en mi interior, sé que mi luz está por todos lados: allá donde os encontréis.
Gracias por ser el núcleo invisible de mi vida. Pese a estar vacío en mi interior, sé que mi luz está por todos lados: allá donde os encontréis.